Al Doctor Livingston le hubiese encantado poder escuchar #audiolibros. Seguro. Tanto viaje solitario... bien merece una voz que te conduzca. Pero, sobre todo, le hubiese parecido un espléndido milagro de podido contar con las bondades de una grabadora de voz y, así, poder ir generando audios.
Pero, no nos engañemos. Aunque esos audios hoy valdrían una fortuna... no tendrían la calidad que se nos solicita para poder grabar un audiolibro. Ni la calidad de sonido ni la calidad de colores, de timbres de voz ni de variedad de edades, género o interpretaciones para cada pasaje. Eso lo tenemos en Le Pongo Voz.
Un audiolibro requiere de varios componentes: una intensidad apropiada para que el oyente pueda sumergirse en la historia que se narra, una capacidad lectora que abarque varios registros de voz, una fluidez apropiada y un estudio de grabación propio o ajeno que pueda realizar el trabajo. Pero, el estudio, sin la voz idónea... no consigue fraguar nada. Por ello, es importante que los #locutoresprofesionales, como los de #LePongoVoz, tengan buenos contactos con estudios y, también, estudios de grabación en casa que sean de muy buena calidad (los #HomeStudio). Éstos no son ni baratos ni accesibles en su manejo (sin haber aprendido a producir).
Pero, el estudio, sin la voz idónea... no consigue fraguar nada.
Contactos, recursos, estudios y talento... son, pues, varios de los requisitos para poder producir un audiolibro. Con todo, procuramos que sean accesibles en precio para que nos los puedan solicitar.
Si eres escritor o bien una editorial, por favor, no dudes en enviarnos tus comentarios (bajo el post o por email). Nos encantará saber qué te gustaría de un audiolibro.